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B-LEARNING y el aprendizaje significativo en Educación Superior
B-LEARNING and meaningful learning in Higher Education
B-LEARNING e aprendizagem significativa no Ensino Superior
Luis Roberto Pérez Ríos luis.roberto@alenasoft.com
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Academia ALENARES
ID ORC https://orcid.org/0000-0002-8385-1016
luis.roberto@alenasoft.com
RESUMEN
Hoy la sociedad, y por ende la Educación, se encuentra totalmente expuesta al desarrollo
tecnológico, esto sin duda provee nuevos mecanismos de comunicación, conocidos como
Tecnologías de la Información y de la Comunicación, que son ampliamente utilizados en
el quehacer diario del ser humano. Como resultado el proceso de enseñanza y
aprendizaje está continuamente influenciado por la tecnología (TIC, TAC, TEP).
Este efecto sucede en todos los niveles educativos, y en la Educación Superior debe ser
pertinente, por lo que es imprescindible aplicar modelos formativos que exploten al
máximo las TAC para el mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Uno de los modelos contemporáneos es el b-learning (Blended Learning), que cuenta
con características del modelo tradicional presencial y el modelo a distancia basado en
el uso de tecnología disponible. Es así que el b-learning posibilita la exploración y
aplicación de nuevos escenarios educativos que promueven el aprendizaje significativo
a partir de la dosificación/distribución de contenidos de manera presencial y diferida.
El presente artículo tiene como propósito el de explicar al b-learning como un modelo de
inclusión de TIC en el ámbito educativo, de manera particular en la Educación Superior
para promover el aprendizaje significativo.
PALABRAS CLAVE
Tecnología educativa, b-learning, aprendizaje híbrido, educación superior, universidad,
TAC, Tecnologías del Aprendizaje y la Comunicación, aprendizaje significativo.
ABSTRACT
Today society, and therefore the Education, is fully exposed to technological
development. This certainly provides new communication mechanisms, called Learning
and Communication Technologies, which are widely used in daily life of the people. As a
result the teaching and learning process is being influenced by technology (ICT, LCT,
EPT).
This effect is present in all levels of education, and higher education must be relevant,
then it is essential to apply training models to fully exploit LCT to improve the teaching
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PhD en Ciencias de la Educación. MEng en Ingeniería de Software. MSc en Educación Superior. Ing. de Sistemas.
Gerente propietario de Alenasoft. Rubro: Desarrollo de Software. Fundador de Academia ALENARES. Rubro:
Investigación y consultoría educativa.
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and learning process.
A contemporary model is the b-learning (Blended - Learning), which has characteristics
of both the traditional model and the distance based on the use of technology. Thus the
b-learning facilitates the exploration and application of new educational settings that
promote meaningful learning from the dosage/distribution of the content in both ways face-
to-face and deferred basis.
This article aims to explain b-learning as a model for the inclusion of LCT in education,
particularly in higher education to promote meaningful learning.
KEYWORDS
Educational technology, blended learning, higher education, university, LCT, Learning
and Communication Technologies, meaningful learning
RESUMO
Hoje a sociedade, e portanto a Educação, está plenamente exposta ao desenvolvimento
tecnológico, que sem dúvida proporciona novos mecanismos de comunicação,
conhecidos como Tecnologias de Informação e Comunicação, que são amplamente
utilizados no trabalho cotidiano dos seres humanos. Como resultado, o processo de
ensino e aprendizagem é continuamente influenciado pela tecnologia (TIC, TAC, TEP).
Este efeito ocorre em todos os níveis de ensino, e no Ensino Superior deve ser relevante,
pelo que é fundamental a aplicação de modelos de formação que tirem o máximo partido
do TAC para melhorar o processo de ensino e aprendizagem.
Um dos modelos contemporâneos é o b-learning (Blended Learning), que possui
características do modelo tradicional presencial e do modelo a distância baseado no uso
da tecnologia disponível. Assim, o b-learning possibilita a exploração e aplicação de
novos cenários educativos que promovam uma aprendizagem significativa a partir da
dosagem/distribuição de conteúdos presenciais e diferidos.
O objetivo deste artigo é explicar o b-learning como um modelo para a inclusão das TIC
no campo educacional, particularmente no Ensino Superior para promover a
aprendizagem significativa.
PALAVRAS CHAVE
Tecnologia educacional, b-learning, aprendizagem híbrida, ensino superior, universidade,
TAC, Tecnologias de Aprendizagem e Comunicação, aprendizagem significativa.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad el mundo se caracteriza por la automatización de casi todos los espacios
que manejan información, es decir todas las áreas del conocimiento humano. Las
herramientas para lograr el almacenamiento, acceso y manipulación se conocen como
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
La educación requiere en todo tiempo y en cualquier escenario una respuesta pertinente
al momento histórico concreto en que se desarrolla. Es por ello que en el contexto actual,
dados los nuevos escenarios de comunicación, la sociedad demanda la inclusión de las
TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje con el fin de explotar al máximo las
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herramientas informáticas tanto dentro como fuera de las instituciones educativas. Esta
inclusión también ha reclasificado a la tecnología como TAC: Tecnologías del Aprendizaje
y la Comunicación.
Es, en ese sentido, que la sociedad actual demanda una educación superior pertinente
(Álvarez, 2013), con procesos que puedan ser repetibles, medibles y configurables a
diversos escenarios, con la finalidad de proveer calidad en el proceso de educación. Y
para lograrlo es imprescindible comprender el fenómeno de la globalización y explorar la
aplicación de las Tecnologías del Aprendizaje y la Comunicación en la forma de aprender
y acceder al conocimiento.
La tendencia contemporánea posiciona a las TAC como elemento mediador e incluso
rector del Proceso de Enseñanza Aprendizaje (PEA), sin embargo se debe considerar de
la primera forma ya que en su forma más abstracta las TAC se resumen a instrumentos
a manera de Medio Didáctico, los cuales si bien son importantísimos dentro del proceso
educativo su carácter no debe ser rector.
Dentro del contexto educativo influenciado por el uso de las TAC, el docente debe asumir
más que nunca un rol activo y regulador de los nuevos escenarios educativos, con la
misión de conducir de manera adecuada y pertinente el proceso enseñanza aprendizaje
tomando en cuenta la información a la cual el estudiante puede acceder fuera del aula.
DESARROLLO
El Aprendizaje significativo, una mirada constructivista
Según Porlan y Cañal (Porlan y Cañal, 1996) el aprendizaje significativo es aquel proceso
educativo en la cual el alumno establece relaciones entre el nuevo contenido y sus
conocimientos previos, de modo que adquiere un significado y atribuye sentido a lo que
aprende a partir de sus ideas. El aprendizaje que realiza el alumno construyendo ideas
sobre sus propios esquemas, enganchando información sobre lo que ya tiene, supone un
aprendizaje significativo.
Salinas (Salinas, 2008), considera el aprendizaje significativo como aquel en el que los
nuevos conceptos o proposiciones se aprenden de manera no literal sino sustantiva,
captando su significado y relacionándolos con aspectos pertinentes de la estructura
cognoscitiva de una manera no arbitraria.
Para Achaevandio (Achaevandio, 1999), aprender significativamente supone modificar
los esquemas conceptuales que el alumno tiene, partiendo de su realidad y desarrollar
su potencial de aprendizaje. Las condiciones para conseguir este serán una actitud
positiva por parte del alumno y un contenido de aprendizaje que sea potencialmente
significativo.
A partir de estas conceptualizaciones, el autor asume por aprendizaje significativo el
proceso educativo en el cual la construcción del conocimiento es un proceso continuo de
equilibrio, desequilibrio y reequilibración de ideas. El tipo de aprendizaje que se consigue
en este proceso es un aprendizaje significativo.
La teoría de Ausubel (Ausubel, 1963) presupone que se promuevan una serie de
condiciones para que se produzca el aprendizaje significativo:
El sentido del aprendizaje para el alumno.
La información que se le presenta al alumno debe tener una estructura que le de
coherencia interna, es decir, significatividad lógica de contenidos.
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Los contenidos deben poder relacionarse con lo que el alumno ya sabe, es decir,
tener significatividad psicológica.
Estas condiciones son explicadas por Diaz y Hernández (Diaz y Hernández, 1998). La
primera condición (sentido del aprendizaje) se refiere a que el alumno esté motivado, que
tenga interés por el tema de estudio; cuando esto ocurre, el alumno pone en marcha su
actividad intelectual.
La segunda condición (significatividad lógica de los contenidos) se refiere a que la
información que se le presente al alumno pueda ser comprendida. Es necesario que los
contenidos tengan significatividad lógica, es decir, que el contenido sea significativo
desde el punto de vista de su estructura interna y que el docente respete y resalte esta
estructura presentando la información a los alumnos de una manera clara y organizada.
La tercera condición (significatividad psicológica de contenidos) se refiere a que los
contenidos también deben tener significatividad psicológica, es decir, deben ser
adecuados al nivel de desarrollo y los conocimientos previos que ya tiene el alumno. La
significatividad psicológica hace referencia al contenido con respecto al alumno en
particular que va a aprenderlo. Para que el alumno pueda asimilar los contenidos,
necesita que su estructura de conocimientos tenga esquemas con los que pueda
relacionar e interpretar la información que se le presenta.
Las condiciones del aprendizaje significativo establecidas por Ausubel sirven para
analizar el diseño y el desarrollo de un proceso de enseñanza aprendizaje. Dentro de
la dinámica de la clase, un docente puede preguntarse si la información que presenta a
sus alumnos es clara y organizada, y si estos disponen del nivel de desarrollo y los
conocimientos previos necesarios para comprenderla; y, por otro lado, debe analizar si
ha procurado la motivación de los alumnos.
También, a criterio del autor, Ausubel sentó los principios de intervención educativa, los
cuales se pueden resumir de la siguiente manera:
La necesidad de tomar como punto de partida lo que el alumno ya sabe, es decir, sus
posibilidades de razonamiento y los conocimientos y experiencias que este ha adquirido
anteriormente.
Con relación a cómo el conocimiento se presenta, organiza y almacena en el sistema
cognoscitivo humano, Ausubel hace dos suposiciones:
Para los seres humanos es menos difícil aprehender aspectos diferenciados de un
todo s amplio y ya aprendido, que formularlo a partir de sus componentes diferenciales
ya aprendidos.
La organización del contenido de una materia en particular, en la mente de un
individuo, consiste en una estructura jerárquica, en que las ideas más inclusivas ocupan
el ápice e incluyen proposiciones, conceptos y datos fácticos, progresivamente menos
inclusivos y más finamente diferenciados.
Con este planteamiento Ausubel propone que tanto la adquisición de conocimientos
nuevos como la organización de estos en la estructura cognoscitiva, se adaptan
naturalmente al principio de diferenciación progresiva, por lo cual sugiere que el modo de
aprendizaje subordinado es s conveniente, y recomienda que se utilice siempre que
sea posible.
Otro concepto importante introducido en esta teoría es el de potencialidad significativa de
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los materiales de aprendizaje. Se plantea que todo material de aprendizaje posee un
significado lógico y un significado psicológico. El significado lógico es propio e inherente
al material y corresponde a las características de este, permitiendo que pueda ser
relacionado de manera no arbitraria y sustantiva con elementos pertinentes de la
estructura cognoscitiva del estudiante. El significado psicológico corresponde al
significado dado por el estudiante, para lo cual este debe poseer en estructura
cognoscitiva las ideas pertinentes con las cuales poder relacionar de manera no arbitraria
y sustantiva el nuevo conocimiento, y además tener la disposición de desear hacerlo de
esa forma.
Educación superior y tecnología.
En la actualidad las universidades han dejado de poseer el monopolio del conocimiento
que por siglos ostentaron (Salinas, 2002), dando lugar a nuevos espacios educativos que
hacen posible lograr un entorno adecuado fuera del aula, donde el estudiante es capaz
de aprender por sí mismo, puesto que grandes volúmenes de información se encuentran
a su disposición. Este hecho desde luego es un elemento importante para lograr un
aprendizaje significativo, que debe ser regulado y supervisado por el docente.
Es necesario puntualizar que si bien las TIC, correctamente aplicadas, enriquecen y
sustentan un aprendizaje significativo; si el proceso de educación es exclusivamente
dependiente de la Tecnología y/o un Medio Didáctico, se corre el riesgo de poner en
segundo lugar al objetivo como categoría didáctica, esto se debe principalmente a la falta
de una metodología rectora de aplicación por parte del docente.
En todo el mundo, como también en Bolivia, las TIC aplicadas a la educación no fueron
concebidas a partir de un enfoque pedagógico, sino más bien en un sentido de ayuda al
docente para simplificar su trabajo, por lo que se quitó un espacio importantísimo al
proceso educativo: el Medio Didáctico, que pasó de ser un facilitador y transmisor de
conocimiento a un acotado reproductor de información.
En Bolivia, una gran parte de docentes en educación superior basan su práctica en la
reproducción de información, por medio de un libro de texto o materiales producidos por
ellos mismos, ya sean estos digitales o impresos, los cuales tienen como objetivo el de
facilitar la tarea docente y no así el proceso educativo de forma integral. En este nivel se
tiende a utilizar como única técnica didáctica la exposición, donde la función docente es
la de exponer un tema y la de los estudiantes es de escuchar, en el mejor de los casos
se hace algunas preguntas y los alumnos contestan a ellas (Herrera, 2005).
La exposición con o sin la inclusión de TIC no es suficiente para lograr un aprendizaje
significativo, ya que esta se viene utilizando desde hace siglos, cuando la información era
escasa y muy difícil acceder a ella (Escorcia, 2001), en contradicción, hoy existe un nuevo
reto educativo debido a las grandes cantidades de información fluyendo a velocidades
impresionantes a través de internet y otros medios electrónicos, y resulta muy fácil y ágil
acceder a ella, donde el docente universitario debe transformar su rol, aplicando nuevas
prácticas, modelos y metodologías innovadoras que coadyuven a lograr un aprendizaje
significativo.
Entonces es imprescindible, bajo los nuevos escenarios basados en las TIC, que el
docente universitario logre conducir de manera adecuada y pertinente el proceso
educativo, tomando en cuenta la información a la cual el estudiante puede acceder fuera
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del aula. Para ello el docente universitario debe pasar de ser transmisor de información,
a facilitador en la construcción del aprendizaje bajo la influencia de los nuevos escenarios
educativos, para lo cual es necesaria la formación inicial y continua en el uso de
herramientas tecnológicas, de metodologías innovadoras y modelos de diseño
instruccional que integren tecnologías de información y comunicación.
El b-learning en el proceso de enseñanza y aprendizaje
En la literatura especializada se encuentran diferentes aproximaciones al concepto de b-
learning. Así por ejemplo Khan (Khan, 2001) explica que el término b-learning denota
modalidad de enseñanza mixta que integra elementos comunes a la enseñanza
presencial, con elementos de la educación por internet.
En este sentido, para este autor, el b-learning sería una modalidad formativa que combina
algunas particularidades y herramientas propias de la enseñanza virtual con otras
prototípicas de la formación presencial con el fin de mejorar la calidad del proceso
formativo y aumentar su flexibilidad. Tomando como referencia el polo de la enseñanza,
se encuentra la definición de Bartolomé (Bartolomé, 2004), que describe esta modalidad
formativa como una manera de aprender que combina la enseñanza presencial con la
tecnología no presencial y cuya idea clave está en la selección de los medios adecuados
para cada necesidad formativa. Este autor enfatiza en la importancia del modelo formativo
b-learning en la sociedad de la información, ya que ambos permiten desarrollar
competencias.
Por su parte, Alemany (Alemany, 2012) en un enfoque que enfatiza la importancia del
uso eficaz de las TIC en el proceso enseñanza aprendizaje, define el b-learning como
aquel diseño docente en el que las tecnologías de uso presencial (físico) y no presencial
(virtual) se combinan con objeto de optimizar el proceso de aprendizaje. En esta
aproximación conceptual, el autor defiende un modelo educativo en el que el uso de las
TIC es imprescindible para que los estudiantes aprendan a procesar una cantidad cada
vez mayor de información. En resumen, este autor, considera que la modalidad de
enseñanza mixta (virtual presencial) está basada en la combinación de diferentes
componentes propios de la modalidad presencial (tales como, la relación profesor
alumno, la transmisión de conocimientos mediante la cultura escrita oral o el uso de
tecnologías tradicionales como la pizarra) con otros característicos de la modalidad virtual
(tales como la relación establecida entre los alumnos y su propio proceso de aprendizaje,
la cultura audiovisual, el uso de entornos virtuales de aprendizaje, entre otros).
Según Aiello (Aiello, 2004), la combinación b-learning es uno de los mejores medios
usados en el aprendizaje, pero para que esta combinación funcione hay que pensar en
una organización en red y transversal del conocimiento y la información. Esta modalidad
tiene la posibilidad de utilizar modelos y metodologías que combinan varias opciones,
como clases en aula e learning y aprendizaje al propio ritmo de cada alumno.
El b-learning se concibe como un modelo formativo que combina diferentes medios de
formación (tecnológicos, eventos y actividades de diversa índole) con el fin de crear
programas adaptados a unos receptores específicos, es decir, se trata de un modelo que
complementa las acciones de enseñanza presenciales tradicionales con otras en formato
electrónico para adaptarse a los diferentes contextos y situaciones de aprendizaje.
El b-learning es una modalidad formativa con carácter de sistema que combina la
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formación presencial con la formación apoyada por el uso de las nuevas tecnologías, esto
implica una combinación de diferentes enfoques, como por ejemplo la enseñanza
presencial con el e-learning.
El b-learning representa un modelo innovador en el proceso enseñanza aprendizaje
que conduce a un replanteamiento integral del acto didáctico.
Este modelo de enseñanza se concibe como una combinación entre sesiones
presenciales (con o sin apoyo tecnológico) y sesiones no presenciales con apoyo de
herramientas virtuales, que permite integrar al estudiante en su proceso de aprendizaje
significativo y duradero de forma activa y optimizar el proceso de enseñanza (Pérez,
2011).
Desde esta posición, el b-learning está definido por varias dimensiones: por un lado, la
presencialidad no presencialidad, que establecerá en función de las características del
programa formativo y de las necesidades de los estudiantes. Por otro lado, las
herramientas tecnológicas, que permiten superar las barreras espacio- temporales
impuestas por los modelos tradicionales de enseñanza y establecer, no sólo nuevos
entornos de formación, sino también nuevos medios de comunicación sincrónicos y
asincrónicos que posibilitará flexibilidad el proceso enseñanza aprendizaje. Esta
concepción lleva consigo las siguientes implicaciones:
Diversidad de oportunidades para presentar los recursos de aprendizaje y las vías de
comunicación entre el docente y los estudiantes, que llegarán a ser más flexibles e
interactivas.
Los estudiantes podrán, si se interesan en formar parte activa de su propio proceso de
aprendizaje, seleccionar los recursos formativos de diferentes medios, teniendo en
cuenta que sean los más convenientes y apropiados para su situación personal y sus
necesidades (Mason y Rennie, 2006), por lo que los componentes esenciales del proceso
formativo identificados por el autor y en coincidencia con Llorente (Llorente, 2009) a
través de la modalidad mixta son: lo presencial y lo virtual a distancia; la combinación de
espacios y escenarios de aprendizaje (clases tradicionales y entornos virtuales); tiempos
(presenciales y no presenciales); recursos (analógicos y digitales); y los protagonistas
(docentes y estudiantes).
Desde una perspectiva pedagógica, diferentes autores (Coaten, 2003) (Marsh, 2003)
(Brennan, 2004) definen a b-learning como: “una estrategia que combina la enseñanza
presencial y el trabajo autónomo del alumno fuera del aula. Significa que se deben
contemplar las ayudas didáctico pedagógicas, los objetivos de aprendizaje, y las
peculiaridades de los alumnos con los que se realiza la mezcla” (Aspden, 2004:248).
A partir de las posiciones mencionadas el autor destaca que el b-learning debe ser algo
más que solo un punto intermedio entre dos modalidades, es decir, que en lugar de hablar
de “mezcla”, se debe asumir el término de “integración”.
B-Learning en la Educación Superior.
La incorporación de b-learning al proceso de enseñanza aprendizaje de la Educación
Superior requiere de formación continua del docente, el uso intensivo de los espacios
didácticos proporcionados por los medios tecnológicos presentes en el proceso educativo
y el desarrollo de actividades didácticas reguladas dentro y fuera del aula.
En b-learning, el docente asume de nuevo su rol tradicional, pero usa en beneficio propio
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el material didáctico que la informática e internet le proporcionan, para ejercer su labor
en dos frentes: como tutor en línea (on-line) y como educador tradicional (presencial). La
forma en que combine ambas estrategias depende de las necesidades específicas de un
curso, dotando así a la formación de una gran flexibilidad y brinda posibilidades de
autoformación.
Por otro lado, los investigadores Gilbert, J. (1995), Gonzáles, E. (1992), Giordan, A.
(1978) reconocen que las TIC impactan en todas las áreas del desarrollo de las personas,
cambiando la visión del mundo. En consecuencia, también se han modificado y
complejizado las pautas de acceso al conocimiento y de relación interpersonal. En
particular, en la formación superior la introducción de las TAC en el proceso de
enseñanza aprendizaje posibilita la configuración de una nueva distribución temporal
de las actividades del aula.
En este sentido, lo que resulta evidente es que el alumno tiene que formar parte central
en su propio desarrollo académico, y que además, converja de manera multidisciplinar el
área de conocimiento tecnológico con otras áreas de conocimiento divergentes, dando
pie a la conformación de aptitudes hábiles para el futuro desarrollo personal y profesional,
tales como son la inquietud investigadora, la capacidad de análisis y reflexión, capacidad
de trabajo en equipo, etc. (García y Moreno, 2006).
Desde la puesta en práctica, García y Moreno conciben al modelo b-learning en la
educación superior como un sistema de formación que posibilita la conformación de
espacios de investigación, espacios de intercambio de conocimientos, generando un hilo
de gestión distribuida del conocimiento entre los estudiantes.
En el esquema del Anexo 1 se abstrae y generaliza el flujo de organización para la
aplicación del b-learning (Pérez, 2015).
Como se observa en el esquema no se trata de un flujo algorítmico, ni contempla un
orden específico, sino más bien está organizado en etapas que se orquestan mediante
el b-learning, dando lugar a la flexibilidad, promoviendo la posibilidad de utilizar diversos
espacios educativos.
Esto, como consecuencia, centra el trabajo del docente en el proceso y su planificación
iterativa y recurrente de cada etapa y da al estudiante la posibilidad de una comunicación
directa acerca de su propio proceso de aprendizaje. Lo expuesto, sin duda, prepara y es
sensible para lograr un aprendizaje significativo en los estudiantes.
La Educación Superior es un escenario ideal para la aplicación del b-learning, puesto que
reúne condiciones favorables para este, por ejemplo:
Necesidad en docentes estudiantes de diferir clases o actividades.
Asistencia libre.
Estudiantes en etapa adulta que están conscientes de la necesidad de su
autoformación.
Conocimientos informáticos de nivel básico intermedio.
Grandes grupos de estudiantes.
Y otros factores que pueden ser superados con la inclusión de las TIC al proceso de
enseñanza aprendizaje, de forma tal que puede incentivar al estudiante a ser parte
activa de su desarrollo, al docente a ser un facilitador del aprendizaje, siendo tutor e
instructor, a la integración del grupo dejando de lado las barreras sociales y logrando una
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sinergia entre la tecnología y la educación.
Como consecuencia se logrará preparar/fomentar un escenario educativo moderno que
promueva un aprendizaje significativo.
Organizar el PEA haciendo uso de b-learning permite a docentes y estudiantes lograr una
sinergia entre lo presencial y semipresencial, promoviendo la autoformación,
experimentar/ajustar escenarios educativos, distribuir y mejorar la dosificación del
contenido. Y finalmente lograr mejoras para lograr un aprendizaje significativo.
CONCLUSIONES
Existe la necesidad imperiosa de incluir a las TAC en la Educación Superior, con la
finalidad de responder al momento histórico denominado como “sociedad del
conocimiento”. Los modelos de formación actual incluyen en su propuesta la inclusión de
las TIC, esto en respuesta a la necesidad en el uso de nuevos escenarios educativos
propiciados por herramientas informáticas.
El uso de TIC en su formación profesional debe ser de forma integral para lograr una
sinergia entre tecnología y educación. Para lograr esto el b-learning es un modelo que
puede responder a las necesidades actuales de la educación superior, posibilitando
espacios educativos que permitan la formación de profesionales competentes.
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Anexo 1.
Flujo de organización para la aplicación del b-learning